Las excusas en los controles positivos de alcoholemia: "No pensé que el vinito dulce diera tanto después de horas"
Los test se llevaron a cabo en distintos puntos, en el marco de la celebración de Año Nuevo. Distintas excusas pusieron los conductores que fueron sometidos a diversos controles de alcoholemia durante el 31 de diciembre y el 1 de enero cuando dieron positivo y se les tuvo que retener la licencia de conducir y acarrear el automóvil.
En ese sentido, dos chicas que se trasladaban en moto fueron paradas por los controles que llevaban a cabo los inspectores de tránsito de la Ciudad.
"Hace rato que tomé alcohol", fue lo primero que dijo la conductora, quien enseguida se vio sorprendida porque el test le dio 0,52, cuando el límite para motos es de 0,20. La acompañante también fue sometida y ella tenía que dar hasta 0,50, pero el test dio 0,84.
Ambas mujeres se tuvieron que volver a pie, se les secuestró la moto y la licencia de conducir.
"No tomamos mucho y hace un rato largo lo habíamos hecho. Tomamos vinito blanco y fue hace mucho tiempo. No brindamos a las doce ni nada. No pensé que después de tantas horas y con tan poco de vino diera tanto. Era vino dulce, es más suave", señaló una de las mujeres.
Por su parte, un taxista que también fue sometido al control de alcoholemia y que al tener licencia de conducir profesional debía dar 0, se tuvo que volver a pie porque le dio 0,83.
Por su parte, un hombre que manejaba una camioneta utilitaria admitió que había tomado "un poco" de alcohol, pero al realizar el test dio 1,67.
Por lo tanto, no ingirió un poco de alcohol, sino que fue bastante, según el control al que fue sometido.